jueves, 1 de noviembre de 2007

La Odisea de los Hopi

Por Xentor Xentinel


Josef F. Blumrich, ingeniero de la NASA, es famoso por reconstruir el esquema de la Nave que vio y describió el profeta hebreo Ezequiel.

En 1970, mientras era director del Departamento de «Proyectos y Construcciones» de la NASA, visitó al jefe Oso Blanco, un anciano miembro del Clan Coyote y del Tribunal Tribal de los indios Hopi.

Oso Blanco le mostró en un barranco varios dibujos y garabatos rupestres que son ocultados a los forasteros y que documentan la historia de su pueblo, la cual le narró pacientemente.

Desde entonces, Blumrich dispone de casi 50 horas de cintas grabadas con narraciones y explicaciones adicionales. Resumiremos aquí los puntos que nos interesan de estas grabaciones.


LAS SIETE EDADES DEL MUNDO

Según la Tradición Hopi, la Historia de la Humanidad está destinada a atravesar 7 Edades o «Mundos», los cuales están separados entre sí por terribles catástrofes naturales: el Primer Mundo sucumbió por el fuego, el Segundo Mundo sucumbió por el hielo, y el Tercer Mundo por el agua. Actualmente vivimos en el Cuarto Mundo.

Hoy sabemos que, hace 250.000 años, se produjo una intensa actividad volcánica en Norteamérica, donde viven hoy los Hopi. A esto podría referirse el cataclismo que acabó con el Primer Mundo. O tal vez al Cataclismo del Dragón de Fuego, un gran cometa que, según la Crónica Sumeria, golpeó la Luna hace 157.000 años.

Hace 100.000 años comenzó la última Era Glacial, que habría acabado con el Segundo Mundo. Por último, el Cataclismo que acabó con el Tercer Mundo, se refiere claramente al Gran Diluvio, que puso fin a esta Era Glacial hace más de 12.000 años.


LOS KATCHINA

Desde el Primer Mundo, los humanos estuvieron en contacto con los Katchina («Venerables Sabios»): seres de aspecto humano, pero con conocimientos y potencial superiores, procedentes del Planeta Toonaotekha.

Con sus «Escudos Volantes» con forma de lenteja, los Katchina eran capaces de trasladarse por el aire a velocidades asombrosas —gracias al impulso de una «fuerza magnética»—, y de aterrizar en cualquier lugar.

También dominaban el arte de cortar y transportar enormes bloques de piedra, así como de construir túneles e instalaciones subterráneas.

De ellos, los humanos aprendieron a observar las estrellas, cortar raíces, aplicar leyes y una larga lista más de actividades.

Los Katchina tenían tres categorías de sabios: los Productores, los Maestros y los Guardianes de la Ley.

Los Productores creaban diversos seres humanos, sin mediar contacto sexual. Las mujeres elegidas quedaban encinta, sin la intervención de sus esposos, y daban a luz seres de gran sabiduría e inteligencia, «siempre dispuestos a ayudar y nunca a destruir».


LA GUERRA DE KASSKARA

La Memoria Tribal de los Hopi se remonta a la época del Tercer Mundo, conocido como Kasskara. Éste era, en realidad, el nombre de un inmenso continente situado en el Pacífico Sur. También existía el «País del Este» (Atlántida), cuyo origen era el mismo que el de los habitantes de Kasskara.

El País del Este comenzó a expandirse y a conquistar nuevas tierras. Ante la oposición de Kasskara al Imperialismo del País del Este, éste atacó con armas potentísimas, imposibles de describir. Y estalló la guerra entre ambas Naciones.

Tan sólo los Elegidos de Kasskara (la clase dominante y organizadora) fueron reunidos bajo un Escudo Katchina. Frente al Escudo, los proyectiles enemigos reventaban en el aire, de modo que los Elegidos resultaban ilesos.

(En este punto, Blumrich nos recuerda que los rusos estaban desarrollando a principios de los 70, unos Haces de Protones capaces de destruir a los cohetes en pleno vuelo, mientras que en USA estaban realizando ensayos con Rayos de Electrones, de similares características e idéntica capacidad).


EL HUNDIMIENTO DE LOS CONTINENTES

Repentinamente, el País del Este desapareció por alguna causa desconocida bajo las aguas del océano, y también Kasskara comenzó a hundirse paulatinamente.

En este momento, los Katchina trasladaron a los Elegidos a Sudamérica en sus «Escudos Volantes». Para el transporte masivo se utilizaron los «Grandes Pájaros Tronantes».

Por último, un tercer grupo fue evacuado en lanchas, canoas y otras embarcaciones, que los Katchina guiaron a través de un rosario de islas que, en dirección noroeste, se extendía hacia el continente.

Este hecho marcó el fin del Tercer Mundo y el comienzo del Cuarto.


TAUTOMA (TIAHUANACO)

Al llegar al nuevo continente, los hombres se multiplicaron, formaron Tribus y se separaron en Clanes.

La nueva tierra recibió el nombre de Tautoma («La Tocada por el Rayo»). Tautoma fue también el nombre de la primera ciudad que erigieron, a orillas de un Gran Lago. Hoy podemos darnos cuenta que se trata de la actual Tiahuanaco, que se encuentra a orillas del Lago Titicaca, en la actual frontera entre Perú y Bolivia.

Más tarde, un cataclismo convulsionó la ciudad, destruyéndola, motivo por el cual la población se fue desperdigando por todo el continente. Durante un largo tiempo, varios de estos grupos y Clanes, se fueron repartiendo. Algunos de ellos iban en compañía de los Katchinas, quienes a menudo intervinieron para ayudarles.


CALIFORNIA

Los Hopi formaban parte del grupo de Tribus que emigraron en dirección norte, y sus leyendas recuerdan un tiempo en el que atravesaron una calurosa selva, y otro en el que se toparon con una «pared de hielo» que les impidió el avance hacia el norte, y les obligó a volver atrás.

Los Hopi recibieron este nombre al llegar a Oraibi (California), donde todavía viven, y ser aceptados allí. A su vez los Hopi formaron nuevas Tribus que se establecieron en la alta montaña y la selva virgen, de forma semejante a los Aztecas e Incas.


PALATQUAPI (PALENQUE)

Mucho tiempo después de estas migraciones, todavía había Clanes que conservaban las antiguas doctrinas. Estos se reunieron en la Península del Yucatán y construyeron la ciudad de Palatquapi («Tierra Roja»). En dicha ciudad fue establecida una Escuela de Aprendizaje, cuyos Maestros eran los Katchina.

Palatquapi tenía un edificio de tres pisos, al que se llegaba por una escalinata en la que cada peldaño equivale a un grado más alto del saber.

En el Primer Piso se enseñaba la Historia de los Clanes.

En el Segundo Piso, Ciencias Naturales, incluyendo Química, Biología, Ecología y Psicología.

Finalmente, en el Tercer Piso, se enseñaba Astronomía. Según Blumrich, los Hopi «sabían que la Tierra es redonda, que una arena extremadamente fina cubre Marte, que no hay vida en Venus, Marte y Júpiter»...

Hoy sabemos que Palatquapi es la ciudad maya de Palenque, en donde se encuentra el gran edificio de tres pisos, conocido como «El Palacio».

Éste ocupa una posición central y presenta aulas de diferentes tamaños. Hay agua corriente y numerosos retretes de piedra. Una torre como tal bien pudo haberse dedicado a la observación astronómica, y bajo tierra existen galerías —también con agua corriente y sistemas de ventilación—, que pudieron haberse utilizado como laboratorios de química.

(La Historia Oficial sitúa la fundación de Palenque hacia el año 600 de nuestra Era).

Según Oso Blanco, allí los Dioses vivieron entre los hombres, lo que explicaría la ausencia en Palenque de las acostumbradas estelas pétreas que los Mayas realizaban para recordar a los Dioses. ¿Para qué recordarlos si aún estaban entre ellos?

También podría explicar la existencia en los glifos de la ciudad de fechas que se remontan a miles de años antes de la existencia del pueblo Maya: ¿Acaso momentos señalados de aquel remoto éxodo?

De ser cierta la transmisión de Oso Blanco, los indios habrían transmitido el vocablo Palatquapi a los españoles en el Siglo 16, que lo adaptaron a su lenguaje, quedando en Palenque.

En Palenque parece hallarse enterrado uno de los Katchinas. La losa que lo cubre muestra un grabado que se conoce el «Astronauta de Palenque».



EL OLVIDO

La vida en Palátquapi fue feliz durante siglos hasta que una explosión demográfica hizo necesario fundar nuevas colonias. Luego se relajaron los lazos con la ciudad y las colonias se independizaron.

Más tarde, sobrevino un período de numerosos enfrentamientos entre las ciudades, tras lo cual, sus habitantes abandonaron la zona y reemprendieron la migración hacia el Norte. Durante aquella turbulenta época, los Katchina abandonaron la Tierra.

Con el tiempo, la enseñanza de los Katchina se diluyó en la masa popular, que apenas recordaban ya a sus mentores. Las ceremonias religiosas perdieron fuerza y sentido, y cada Tribu se obsesionó con su propia creación, originando nuevos dioses e ídolos.

Mientras el poderoso Clan de la Serpiente se quedó en Yucatán, los Clanes del Oso y del Coyote, que habían seguido manteniendo vivo el antiguo saber, se reunieron más tarde en Oreibi (California).

Aún hoy, se reconocen en la ciudad maya de Tikal, frescos y símbolos del Clan Hopi. Del mismo modo, en Hoteville, aldea hopi de Arizona, se celebra aún la «Ceremonia de la Serpiente Emplumada».

2 comentarios:

  1. Si lees con detenimiento, te preguntas donde están los otros clanes, ya que los Hopi solo son un clan, y los Kat'sinas, supuestamente, salvaron gentes de todos los clanes.
    Ahora bien, la leyenda de los Hopi habla de la disgregación del pueblo tras la ida de los Kat'sinas por todo el nuevo continente. Creo que debiéramos rastrear en todo el continente mesoamericano a los otros clanes que - estoy seguro - aún se encuentran vivos, por ejemplo, entre los Mapuches del sur de Chile, e incluso, en otros continentes como -por ejemplo - entre los Sumerios y Acadios, ya que no creo que tantas concordancias linguisticas y religiosas sean un hecho casual entre estos y los Hopi.

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  2. Muy interesante y yo creo que la mayoria de nosotros sabiamos de que la atlantida se hundio pero asta ahorita supe que en el pacifico existio la gran isla del este y imu quisas porque no se le a dado la misma publicidad que a la atlantida y gracias por compartir esta informacion

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